Todo son etapas. Algunas cortas, otras que duran mucho, y hay que hasta no terminan. En nuestra vida profesional sabemos que pasa lo mismo.
Hay veces que nos damos cuenta de que nuestro paso por esa empresa tiene que terminar. Puede que necesitemos crecer a nivel profesional, que nos hayamos dado cuenta de que queremos cambiar de sector, o que nos haya aparecido una mejor oportunidad por el camino. Sea cual sea el motivo, todos sabemos que suele ser una situación incómoda que no siempre somos capaces de gestionar de la mejor forma.
Acabar bien en todos los sentidos. Algo que no es fácil pero que es posible.
¡Así que de eso hablaremos en este artículo! ¿Preparados?
Lo primero, ¿Por qué estás dejando ese trabajo?
Mentalizarse del por qué estamos dejando nuestro trabajo nos ayudará a tener las ideas claras y ordenadas. De esta forma, cuando llegue el momento de comunicarlo podremos expresarnos de la manera más clara y respetuosa posible.
Así que sí, mentalizarse es importante para estar seguros. Tenemos que tener clara nuestra decisión y tirarla hacia delante. Tener dudas solo nos traerá problemas e inseguridades. Si nos presentamos firmes con nuestros pensamientos en el momento de comunicar nuestra decisión, conseguiremos ser sinceros con las personas que nos han acompañado durante nuestra etapa profesional en ese lugar. Y eso se valora.
¿A quién se lo tengo que decir?
Ante todo, profesionalidad.
Suele ser normal que primero se lo comuniquemos a las personas con las que más confiamos. ¡Pero atentos! Tampoco es cuestión de ir diciéndolo y que quien realmente tiene que saberlo de antemano, se entere de este asunto por otra persona que no seas tú.
Así que procura tomar consciencia de cómo funciona tu empresa. Si hay un departamento de recursos humanos, si bien es conveniente decírselo primero a tu responsable o ir directamente a hablar con el/la CEO.
¿Cuándo lo comunico?
Lee tu contrato laboral. Es la primera premisa para ver qué es lo que tienes que hacer para cumplir con los requisitos legales y no tener problemas en este aspecto.
En el mismo contrato encontrarás con cuanto tiempo de antelación puedes comunicar que dejas el trabajo. Es importante tener en cuenta que en la empresa dejas un puesto libre, y claramente, esta va a requerir de un tiempo para poder suplir las funciones que estabas cubriendo.
Aquí es cuando entra también otro tema: ¿Y si me piden que me quede un tiempo más? Si se da este caso, el consejo es que, mientras a nivel personal y profesional podamos, aceptemos. Tal como hemos dicho anteriormente, tenemos que ser profesionales y tener en cuenta que no podemos predecir nuestro futuro. No sabemos si algún día nos volveremos a cruzar con cualquiera de nuestros antiguos compañeros y compañeras o bien con la misma empresa. Así que intentemos acabar de la mejor forma posible, de manera que todo el mundo se quede contento con nuestra despedida (difícil pero posible).
¿Cómo lo comunico?
Cuando tengas clara tu decisión y argumentos, a quién te tienes que dirigir y hayas leído tu contrato de forma detenida para ser consciente de cumplir con sus cláusulas, es el momento de comunicarlo.
No es necesario fijar una reunión formal para comunicar que te vas. Simplemente, encontrar un momento en el que a la persona a la que se lo tienes que decir, esté tranquila a nivel laboral y tenga disponibilidad para hablar.
Cuéntale tus motivos, si lo crees conveniente, y expresa tu predisposición a dejar tus asuntos laborales lo más zanjados posible. Ya que tu intención no es acabar las cosas mal ni dejar a nadie al descubierto.
¿Y después?
Una vez hayas contado la noticia a todas las personas que crees conveniente, siempre respetando lo que se te pida desde dentro de la empresa, esto no se acaba aquí.
Hay algunos puntos que deberíamos mantener para acabar bien:
- Deja tus funciones lo máximo cubiertas que puedas: acaba el máximo trabajo posible y si no, delégalo a quien creas conveniente.
- Una vez te vayas, respeta la confidencialidad de tu antigua empresa.
- No hables mal de la empresa ni de nadie. En conclusión, sé profesional.
¿Cuál es, en resumen, el mejor consejo que te podemos dar?
Acaba tu etapa en esa empresa de la forma más respetuosa y educada posible. ¡No cierres nunca las puertas! El futuro puede dar mil vueltas y quién sabe si cualquier situación te hará encontrar a alguno de tus antiguos compañeros y compañeras.