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Cómo ayudar al medio ambiente en el trabajo tras el COVID-19

¿Y ahora qué? Esta pregunta ronda por nuestras cabezas como una de esas moscas pesadas que no nos dejan dormir por las noches. La crisis del COVID-19 llegó repentinamente, nos pilló desprevenidos y tuvimos que adaptarnos en pocos días a lo que fue el gran confinamiento y parada económica. De consecuencias negativas hemos hablado todos los días, nos hemos quejado y lamentado, pero no hemos analizado aquellos datos positivos en el medio ambiente: menos desplazamientos, menos excesos de gases contaminantes, menos gasto de electricidad, agua y gas…

Así es, nuestro planeta tierra ha vivido mejor que nunca mientras todos nosotros estábamos recluidos en casa. Pero ¿qué va a pasar en la nueva normalidad? No queremos que el resultado sea dar dos pasos hacia adelante y tres hacia atrás. Sin nuestra colaboración, todos los logros quedarán enterrados. Te informamos sobre algunos de los impactos y efectos medioambientales y cómo ayudar individualmente a seguir por el camino verde en el trabajo.

Descenso de contaminación, ¿hasta cuándo?

No solo los desplazamientos en vehículos de motor se redujeron, también la producción industrial y el consumo. Los datos hablan por sí solos. Según la BBC, en Nueva York se redujo el monóxido de carbono en un 50%, en comparación con el año anterior.  Lo mismo pasó en China y el norte de Italia con los niveles de dióxido de nitrógeno. Estos gases son muy contaminantes y se encuentran en el aire, causado principalmente por la actividad industrial y los desplazamientos en vehículos de motor.

Esta bajada de desplazamientos ha obligado a muchos trabajadores a adaptarse al teletrabajo. El medio ambiente lo ha agradecido, aunque el uso de electricidad en los hogares haya aumentado. Si comparamos, es mucho mayor el uso de electricidad, agua y gas en las oficinas, que el de hogares particulares.

La calidad del aire mejora, el agua de los ríos y océanos es más limpia, los cielos más claros… Todas estas consecuencias del confinamiento nos demuestran cómo utilizamos la naturaleza. Solo nosotros decidimos si utilizar o preservar la naturaleza. ¿Seguiremos cuidándola o destruyéndola?

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Fuente: https://www.piqsels.com/es/public-domain-photo-ozkwq

Entre calles desiertas se alzó el mundo animal

Es cierto que el confinamiento ha permitido que la naturaleza respire y que los animales vuelvan a salir a su “superficie”, a su hábitat, previamente usurpado por todos nosotros. Los delfines se acercaban a la costa de las playas, jabalíes, ciervos y pumas se adentraban en las ciudades e incluso encontraron a patos y ardillas, curioseando por los paseos. Las adopciones, sobre todo de perros, aumentaron increíblemente.

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Fuente: https://www.gettyimages.es/detail/fotograf%C3%ADa-de-noticias/sika-deer-cross-a-road-on-march-12-2020-in-nara-fotograf%C3%ADa-de-noticias/1211974403

Una llamada de atención

Es todo un hecho, el cambio climático llega a niveles preocupantes, creando efectos devastadores para la humanidad: desastres naturales, modificación de temperaturas y extinción de especies de animales. La crisis del COVID-19 nos ha demostrado que es necesario una consciencia social conjunta, una acción conjunta para cambiar los efectos negativos que nuestra vida productiva genera en la naturaleza. Y no solo eso, también ha puesto sobre la mesa la importancia de la empatía, la ayuda y responsabilidad social.

A pesar de los efectos positivos del confinamiento en el medio ambiente, no permanecerán a largo plazo. Estas repercusiones son temporales, nos cuenta Xavier Pastor, oceanógrafo y exdirector de GreenPeace España: “A nivel mundial, esta parada no cambia cosas como el cambio climático”. Es más, para poder frenarlo, necesitaríamos que el confinamiento fuera permanente.

Ya sumergidos en la nueva normalidad, vemos qué ha pasado: un efecto rebote. Calles plagadas de gente, terrazas de bares a rebosar y colas de espera para las rebajas. Hemos podido “parar” durante un tiempo, pero no hemos aprendido lo suficiente. Somos más prudentes, pero la mayoría de la población no está dispuesta a cambiar su estilo de vida. ¿Seremos capaces de hacer un esfuerzo colectivo y general? Podemos empezar colaborando desde nuestros puestos de trabajo.

 

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Imagen del satélite Copernicus Sentinel-5P. (ESA). Fuente: Agencia Espacial Europea

5 Tips sostenibles para colaborar en tu rutina laboral

1. Utiliza mascarillas reutilizables para ir a trabajar

¡Dentro de la calidad, escojamos bien! Hay muchas mascarillas reutilizables que protegen como una quirúrgica. Además de ayudar al medio ambiente, también ayudamos a nuestro bolsillo, ya que duran mucho tiempo. Es importante informarse sobre la calidad de la mascarilla reutilizable: no todas cumplen con los certificados de calidad necesarios para proteger nuestro cuerpo de virus y bacterias. Empresas como MundoLaboral ofrecen mascarillas reutilizables y certificadas.

 

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2. Cambia tus hábitos y utiliza productos alternativos al plástico

Ya sean productos para la cocina, baño, cuidado personal e higiénico, prueba, si tienes la oportunidad, a modificar tus hábitos. Puedes empezar probando los cubiertos de bambú, botellas de acero inoxidable o dentífrico natural cuando vayas a la oficina. Estos productos te durarán muchísimo más que los de plástico, y además ayudarás al medio ambiente.

En Epos utilizamos durante todo el año botellas de vidrio personalizadas y muy sostenibles. Puedes aprender a reducir el plástico en la oficina con nosotras/os:

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3. La opción de teletrabajo, hazla una costumbre

Como es natural, tener o no tener opción a teletrabajo está de la mano del director de la empresa. Sin embargo, si tienes la oportunidad, teletrabaja varios días a la semana. No solo ahorrarás en desplazamientos, sino que también ayudarás a minimizar tu impacto personal en la contaminación.

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Foto de Comida creado por freepik – www.freepik.es

4. Recicla 365 días al año

Bolsa para el papel, otra para el plástico, una para el vidrio, y por último, la orgánica, también en tu trabajo ???? ¡Recicla tus sobras! También puedes ahorrar reutilizando, cambiando y actualizando ropa en casa para adecuarla a tu estilo personal.

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Foto de Reciclaje creado por freepik – www.freepik.es

5. Compra en tiendas locales y productos de temporada

¡Haz que tus fiambreras se unan al cambio! Apoya al comercio local de tu ciudad comprando fruta y verdura para las comidas, incluso las que lleves a la oficina. Es una bonita manera de empezar a familiarizarte con las acciones sostenibles. Puedes compartir tus compras en tus redes sociales para concienciar a mucha más gente, y que, entre todos, el cambio sea posible. De esta manera, sabrás que el alimento es fresco y que su empaquetado es también más implicado con el medio ambiente.

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Foto de Personas creado por pressfoto – www.freepik.es

¿Tenéis más ideas? Podéis enviarnos vuestras opiniones y las compartiremos en nuestras redes sociales.

 

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